La microbiota intestinal y el autismo: Nuevas evidencias que ayudan a comprender el comportamiento infantil

Basado en el estudio científico de Soltysova M. et al., Neuroscience (2025)

Introducción: Lo que pasa en el intestino también afecta al cerebro

La relación entre el intestino y el cerebro —conocida como el eje intestino–cerebro— se ha convertido en un tema clave en la investigación del autismo.
Hoy sabemos que la salud intestinal puede influir en la conducta, la regulación emocional, la selectividad alimentaria y hasta el aprendizaje.

En el Centro Psicoeducativo Integral ISAAC acompañamos a diario a niños con TEA, TDAH y otras neurodivergencias. Y muchos padres notan que:

  • su hijo se irrita cuando está estreñido

  • la selectividad alimentaria afecta su comportamiento

  • hay cambios emocionales después de comer

Un estudio reciente publicado en Neuroscience (Soltysova et al., 2025) ayuda a explicar por qué ocurre esto.

¿Qué descubrió este estudio sobre la microbiota en niños con autismo?

El estudio evaluó a 117 niños y adolescentes con TEA, TDAH, anorexia y un grupo de controles neurotípicos.
Los investigadores analizaron su microbiota intestinal, las bacterias beneficiosas del intestino que influyen en la digestión, la inflamación, la energía y la comunicación con el sistema nervioso.

Estos son los puntos clave:

1. Los niños con autismo presentan menor diversidad de bacterias “buenas”

El estudio encontró niveles reducidos de bacterias importantes como:

  • Bifidobacterium

  • Ruminococcus

  • Actinobacteria

Estas bacterias:

  • protegen contra la inflamación

  • favorecen la calma y el equilibrio emocional

  • ayudan a una digestión saludable

Cuando están en niveles bajos, pueden aparecer:

  • irritabilidad

  • problemas de sueño

  • mayor ansiedad

  • dolor o malestar abdominal

  • rechazo a ciertos alimentos

Muchos de estos síntomas son comunes en niños y adolescentes que atendemos en Centro ISAAC.

2. TEA y TDAH comparten patrones intestinales alterados

El estudio mostró que tanto niños con TEA como con TDAH tienen:

  • desequilibrios en la proporción de Bacteroidetes/Firmicutes

  • menor presencia de bacterias protectoras

  • más bacterias relacionadas con inflamación leve

Esto puede explicar:

  • la impulsividad alimentaria en TDAH

  • la selectividad extrema en TEA

  • los cambios emocionales repentinos

  • dificultades para regular la conducta

¿Qué significa esto para tu hijo?

Lo más importante:

La microbiota intestinal NO causa autismo, pero sí influye en su bienestar.

Esto afecta:

  • conducta

  • tolerancia a la frustración

  • atención

  • energía

  • regulación emocional

  • sensibilidad sensorial

Es decir, muchos comportamientos que vemos en el día a día pueden estar relacionados con el estado físico del niño y no solo con su conducta.

Impacto en el aprendizaje y la escuela

Cuando un niño tiene molestias intestinales, puede tener:

  • menos capacidad de atención

  • más ansiedad

  • resistencia a actividades nuevas

  • menor tolerancia a estímulos sensoriales

  • conductas desafiantes

Por eso, en Centro ISAAC trabajamos con un enfoque integral:

“La conducta es comunicación. Cada comportamiento tiene una razón.”

Comprender la conexión entre intestino y cerebro permite a docentes y terapeutas intervenir de manera más empática y efectiva.

Recomendaciones prácticas para familias

No se trata de cambiar toda la alimentación de un día para otro, sino de observar, comprender y actuar con guía profesional.

1. Observa los patrones intestinales

Si tu hijo presenta:

  • estreñimiento frecuente

  • diarrea

  • selectividad severa

  • dolor abdominal

  • irritabilidad después de comer

es importante mencionarlo durante las evaluaciones y sesiones.

3. No forzar la comida

La selectividad NO es un capricho.
Es una combinación de sensibilidad sensorial, ansiedad, dificultades motoras y, como muestra este estudio, factores biológicos.

El acompañamiento debe ser:

  • respetuoso

  • gradual

  • basado en experiencias positivas

  • guiado por profesionales

2. Acompañamiento profesional especializado

Un nutricionista capacitado en neurodiversidad puede ayudar a:

  • ampliar progresivamente la dieta

  • trabajar tolerancia sensorial

  • reducir molestias gastrointestinales

  • mejorar la energía, la regulación emocional y el comportamiento

4. Favorecer pequeños hábitos saludables

Cambios simples pueden tener un impacto positivo:

  • aumentar alimentos naturales aceptados por el niño

  • fomentar la hidratación

  • evitar excesos de alimentos ultraprocesados

  • introducir nuevas texturas de manera progresiva

El estudio de Soltysova et al. (2025) aporta evidencia sólida de que:

El bienestar intestinal influye directamente en la conducta, el aprendizaje y la regulación emocional de los niños con autismo y TDAH.

Comprender este vínculo permite a las familias y docentes ofrecer un acompañamiento más humano, respetuoso y eficaz.

En el Centro Psicoeducativo Integral ISAAC seguimos comprometidos con acercar a la comunidad la ciencia más actual para mejorar la calidad de vida de cada niño y su familia.

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